Alumnos del Colegio Saint George hicieron cumbre en el volcán Antuco
04-11-2013 Un grupo de 10 personas, entre alumnos, apoderados, profesores del Colegio Saint George y guías del Regimiento N°17 de Los Angeles caminaron durante 8 horas para subir a los 2985 de altura que tiene la cima del volcán Antuco.
La agotadora marcha fue coronada con una enorme satisfacción al momento de alcanzar la cumbre del volcán Antuco el pasado sábado 26 de octubre. En ella participaron los alumnos del IV° Medio Azul del Colegio Saint George School: Diego González, Cristian Lagos Rodríguez, Johany Sandoval Paz, Alamiro Zapata Martínez, Benjamín Salcedo Torres; el profesor, Francisco Saavedra Maldonado; los apoderados Francisco Saavedra Rodríguez y Eugenio Proboste y los guías del Regimiento N°17 Los Angeles, Sargento 1° Cristian Lagos Gutiérrez y el Cabo 1° Ignacio Castro Flores.
Todos ellos salieron la tarde del viernes 25 de octubre desde Los Angeles con rumbo al refugio de montaña que el Ejército tiene el sector Los Barros, comuna de Antuco. Allí cenaron y pernoctaron. Al día siguiente se levantaron a las 4:30 de la madrugada para dar inicio a la caminata a las 5:30 horas. Pero la historia de este ascenso no comenzó ese fin de semana. La génesis de esta aventura se produjo hace varios meses, cuando Cristian Lagos le pidió a su padre, del mismo nombre, subir juntos al volcán Antuco. El padre de Cristian es un militar de vasta experiencia en andinismo y junto con aceptar la petición de su hijo le propuso sumar a esta expedición a compañeros, profesores y apoderados del Colegio.
Así se fue configurando el grupo que terminaría haciendo cumbre aproximadamente a las 14:30 horas de ese sábado inolvidable para este grupo de alumnos que son compañeros de curso y amigos desde hace muchos años. Ninguno de ellos tenía conocimientos o experiencia previa en subir volcanes, pero apelaron a su fuerza de voluntad para alcanzar el objetivo de llegar hasta el tope del Antuco y completar su misión: hacer flamear el estandarte de nuestro colegio en las alturas de la Cordillera de Los Andes.
Vital para completar con éxito el ascenso resultó la guía e instrucciones de los militares, a quienes agradecieron. El regimiento N°17 aportó también con equipamiento adecuado para hacer la caminata con más seguridad. La marcha fue agotadora para todos y en ocasiones el cansancio parecía superar las fuerzas, pero el aliento de los demás otorgaba nuevos bríos para seguir. Fue un momento donde se vieron en práctica el trabajo en equipo, el compañerismo, la responsabilidad, el respeto, la coordinación y la amistad.